
Pinocho, niño de madera de noble pino, va por el oscar.
Y la imaginación se hizo arte…
Por Helen LP.
Tuve la oportunidad de ver “Pinocho” en la Cineteca Nacional, la película de Guillermo del Toro, aunque ya la había visto por Netflix, (pero no hay nada como verla en la pantalla grande). El cuento del italiano Carlo Collodi narra la historia de Gepetto, hombre honesto , trabajador, carpintero, el mejor y único del pueblo. Ama y cuida a su hijo Carlo, el amor de su vida, hasta que ante la muerte de este, Geppetto pierde el interés por la vida, entonces, los espíritus de bosque y el Hada Azul se compadecen del buen hombre y dan vida al títere que Gepetto había creado en una crisis de desesperación por regresar a su hijo muerto.

Pinocho, niño de madera acompaña al viejo Geppetto y junto con Sebastián J. Grillo, vivirá aventuras y desengaños de la gente que conoce, siempre optimista y todo por el amor a su papá. No es una re lectura del cuento que todos conocemos, sino una adaptación con el toque de Guillermo del Toro, ganador del Oscar. Su manera de contar la historia va de lo mágico a la tragedia sin omitir sus personajes fantásticos y monstruos, Pinocho es una historia para adultos que también pueden disfrutar los niños.
La historia se desarrolla en la Italia fascista, en plena guerra , sobreviviente al conflicto bélico, Pinocho en su inocencia, creé todo lo que le dicen e ingenuamente desobedece a su padre Geppetto, no por maldad, sino por lo engaños de los “amigos” que se aprovechan de su bondad.
Favorita como mejor película de stop-motion para el Oscar.

En un mundo donde las redes sociales y lo viral son el pan de cada día, esta película es una obra de arte; el diseño de los personajes hechos a detalle, el trabajo artesanal del equipo y el tiempo que llevó armar la película, dan un resultado en la pantalla fantástico y extraordinario. Pinocho lleva en su lista varios premios, solo le falta el Oscar.
- Padres e hijos, somos un solo amor.