
Olivia Newton – John, musa en festivales cerveceros
Hablar de Olivia Newton – John es hablar de “Grease” y de toda una generación tocada por quien se convirtiera en un ícono de la cultura Pop, no es extraño sobre todo en Estados Unidos, asistir a festivales cerveceros ataviados al puro estilo de “Vaselina”.
Tras tres décadas de lucha contra el cáncer, hoy el mundo del cine ha perdido a una de sus grandes estrellas, Olivia Newton – John, quien a lo largo de sus 73 años, lograra lo que pocos: permancer en el imaginario colectivo gracias a una fructífera carrera.
Beer & “Grease”
El festival de cerveza artesanal inspirado en “Grease” en Long Beach, California, fue en 2019, toda una sensación gracias a la buena cerveza y a la ambientación al estilo Grease que hizo que los visitantes se enfundaran en atractivos atuendos de cuero, haciendo una masiva remembranza a una de las películas musicales más ovacionada de todos los tiempos. El mismo fenómeno sucede en Londres, Atenas o Vancouver, por mencionar algunos.
Es posible encontrar cristalería con motivos de Grease en ella, así como un sin fin de productos que arman colecciones casi infinitas.
Y pensar que nadie daba un peso por “Grease”
Nadie conocía a Olivia Newton – John, las coreografías eran improviadas y algunos actores, considerados demasiado viejos, sin embargo, un hombre cambiaría el rumbo: Allan Carr.
En muchas entrevistas con los protagositas, Olivia y Travolta, confiesan que, de no haber sido por la mano dura de este excéntrico productor, la película musical hubiera sido un fracaso.
“Niños, niños, vengan aquí”, le hablaba Carr al elenco ataviado en una de sus estrafalarias túnicas desde la plataforma móvil de la cámara, y compartía su visión de cómo debería ser cada escena.
Grease fue concebida por un redactor publicitario, Jim Jacobs, y un profesor de plástica, Warren Casey, ambos se conocieron en una compañía de teatro amateur en Chicago a principios de los sesenta.
Titularían aquel sueño como “Grease“, en homenaje a una época en la que todo era grasoso: la goma de sus peinados, el aceite de los motores de los autos que condicían y la grasa de la comida rápida que consumían.