La historia de Wendlandt que te motivará
“Wendlandt no es solo cheve, es disfrutar la vida, vivir al máximo…” ya van poco más de 7 años y su frase hoy suena más fuerte que nunca.
La pasión y determinación de Eugenio Romero, fueron un factor determinante para el nacimiento de Cervecería Wendlandt. Como muchos emprendedores, comenzó elaborando cerveza artesanal en su casa con ayuda de su padre. Después de prueba y error, decidió llevar su cerveza a otro nivel y abrir su propio brewpub. Recorrió Ensenada hasta que encontró un local en ruinas, pasó meses limpiando y reacondicionando, montó su equipo casero y comenzó a preparar su primer micro lote de 20 galones.
“No tenía feria para remodelarla, se me ocurrió una idea que nada tenía que ver con la cerveza; durante El Carnaval del 2012, coloqué baños portátiles y los rentaba para toda la banda que andaba en la fiesta. Empecé a vender cerveza a mis compas, que por cierto, nos las tomábamos todas como parte del más fregón de los proyectos. Así encontré el estilo que quería y encontré el cómo quería que fuera la cervecería. Tuve el apoyo de mis amigos y familiares que me compraban mis cheves”… Siete años después y con ese empujón del dinero obtenido de la renta de aquellos baños portátiles, Wendlandt, (apellido de la familia paterna de Eugenio), es hoy todo un referente.
Un año después de su inauguración, Wendlandt fue nombrada por Cerveza México como la mejor cervecería artesanal del país, logrando además, coronar sus etiquetas con cinco medallas.
En un principio, solo producían “Vaquita Marina”, una pale ale, crecieron sus estilos y actualmente, la comunidad en Ensenada no solo entendió su concepto sino que lo adoptó y hoy más que nunca, toca seguir defendiendo este sueño que en realidad, ya es de todos.