¡Nos gusta la cerveza!
¿Por qué nos gusta la cerveza? La razón es científica
Seguramente habías pensado que tu pasión por la cerveza tiene un origen muy simple: su sabor, sin embargo te tenemos noticias… no es así.
Un estudio (de los que sí lo son) llevado a cabo por la Universidad de Northwestern, Illinois, se dio a la tarea de investigar cómo es que a unas personas les encantan las bebidas de sabor amargo como la cerveza, el vino o el café entre otras (¡debió haber sido una investigación muy divertida!) y algunos otros prefieren los sabores más dulces. Los resultados se publicaron en la revista Human Molecular Genetics, y demuestran que la elección de bebidas amargas no la determina el sabor, sino la sensación física que produce. (Nota: es aquí cuando te imaginas el psss… al destapar tu cerveza favorita).
Se descubrió lo siguiente: ¡Ejem, ejem! Las personas que preferían bebidas amargas no tienen grandes diferencias genéticas con respecto a las que preferían las dulces en el campo del sentido del gusto, sin embargo, si resultaron más propensos genéticamente a ceder ante componentes adictivos… ¡Pum!
Las bebidas amargas suelen llevar componentes psicoactivos que crean adicción. El café lleva cafeína, la cerveza y el vino llevan alcohol. Cuanto más los bebemos, más nos gustan, porque esas sustancias generan una sensación de recompensa que hacen que nuestra cabecita quiera más y más.
Para llevar a cabo el estudio, analizaron a 336.000 personas de Reino Unido y sus preferencias ante café, té, vino tinto, cerveza, licor y zumo de toronja, de los cuales, solo el zumo de toronja no contiene sustancias adictivas, ya te imaginarás cuales seleccionaron los amantes de la cerveza.